Muchos seguidores fieles han leído ya esta premisa que llevo utilizando hace tiempo como una máxima en mis sesiones de asesoramiento y en mis ponencias. Ha surgido alguna que otra confusión, y por eso la voy a explicar.
Realmente esta frase puede parecerte una contradicción pero por favor haz un esfuerzo y vete más allá de las palabras.